Solitario y astuto, el zorro de páramo recorre los bosques altoandinos y páramos del sur de Colombia. Su pelaje espeso le ayuda a mantener el calor, y su larga y esponjosa cola le proporciona, además de aislamiento térmico, equilibrio. Usa sus orejas puntiagudas y su hocico alargado para cazar con gran habilidad.

El zorro de páramo habita el sur de Colombia, algunos lugares en donde se encuentra son el páramo de Puracé y La Cocha, ubicado en el nudo de los pastos. Foto: Alejandro Calderón.
Es uno de los cinco cánidos presentes en Colombia y el segundo más grande de Sudamérica. Se distribuye a lo largo de los Andes, desde Nariño y Putumayo hasta Tierra del Fuego en Argentina. Altamente territorial, las hembras suelen ocupar áreas de 6 a 8 km² y los machos de 2 a 10 km². Un macho puede compartir territorio con hasta dos hembras, dependiendo de la disponibilidad de alimento. Es de hábitos nocturnos y un cazador hábil, prefiriendo mamíferos pequeños y aves, aunque también se alimenta de frutas y carroña.

Existen cinco subespecies de zorro de páramo, siendo la L.c. reissii la que se encuentra en Colombia. Foto: Alejandro Calderón.
Aunque suele vivir en solitario, los zorros se reúnen para reproducirse. Son sexualmente maduros a los siete meses de edad. Los machos y hembras comparten la responsabilidad de la crianza; la hembra cuida a los recién nacidos mientras el macho caza y provee alimento. Pueden tener de una a cinco crías al año.

El zorro de páramo más longevo reportado en estado silvestre ha alcanzado los 11 años de edad. Foto: Alejandro Calderón.
Los avistamientos de zorros no son frecuentes debido a sus hábitos nocturnos y su comportamiento sigiloso. Sin embargo, la caza ha contribuido a la disminución de su población. Sus pieles se comercializan, su cola se considera un amuleto de la suerte en algunos lugares, y partes de su cuerpo se utilizan en la medicina tradicional en Argentina y Bolivia. Aunque la caza comercial ha disminuido desde principios de los años 90, los zorros a veces cazan ganado juvenil como llamas y alpacas, lo que provoca conflictos con las comunidades campesinas, que a menudo los envenenan. Otras amenazas incluyen la pérdida de hábitat, la depredación por perros salvajes, los atropellamientos y la competencia territorial con los pumas en el sur de Argentina.

En Sudamérica, el zorro de páramo está clasificado como de preocupación menor; sin embargo, en Colombia se encuentra en la categoría de vulnerable desde 2014, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Territorial. Foto: Alejandro Calderón.
Redacción: Natalia Cano
Datos

PESO: 6 kg – 13 kg

TAMAÑO: 170 cm













