El lagarto collarejo habita en los bosques altoandinos y páramos de la cordillera oriental, suele resguardarse de los depredadores entre las puyas (Puya spp.) y posarse en las hojas de los frailejones durante las mayores horas de radiación solar como medio de superficie para la termoregulación.
Su coloración puede variar de café a verde esmeralda y los machos se distinguen de las hembras al tener un collar negro en la gula.
Una de sus grandes amenazas es ser presa de animales ferales como los gatos asilvestrados, especialmente las hembras ovadas al estar en un estado más vulnerable por su movilidad y exposición. Además, otras amenazas como la pérdida de hábitat y la expansión de la frontera agrícola ha incrementado el uso de insecticidas que matan a los artrópodos, el principal recurso alimenticio de la especie.
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