La serpiente sabanera es endémica del altiplano cundiboyacense, se ubica en los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Santander.
Es una serpiente excavadora y puede escabullirse rápidamente entre la tierra ante cualquier amenaza. Suele preferir ambientes húmedos como cercanías a lagunas, quebradas y humedales. Su periodo de actividad más alto ocurre en la noche, donde se alimenta de lombrices de tierra y otros artrópodos.
Quienes habitan en las ciudades y zonas rurales del altiplano comparten su hogar con esta inofensiva serpiente. Sin embargo y a pesar de no ser una serpiente venenosa, una de sus mayores amenazas es el sacrificio injustificado a manos de aquellos que tienen una percepción negativa de la especie.
La serpiente sabanera es ectotérmica, lo cual implica alcanzar su temperatura corporal deseada a partir de fuentes de calor externas; esta condición, también implica que son organismos susceptibles a las alteraciones en la temperatura, y el cambio climático puede ser una consecuencia negativa para la subsistencia de la especie.